Siguiendo los pasos de su célebre Carpe Diem e inspirado en el misterioso y ancestral arte Bian Lian de la Ópera de Sichuan, Louis Vuitton presenta ahora un excepcional reloj en cuya esfera una máscara tradicional cambia de expresión a petición.

Es el Louis Vuitton Tambour Opera Automata. Una magnífica representación artística que ha contado con la colaboración de reconocidos artesanos y que cobra vida gracias a un movimiento único, creado íntegramente por La Fabrique du Temps. Todo un espectáculo con cinco animaciones en tan solo 16 segundos.   

Tras festejar el año pasado su vigésimo aniversario, el Tambour continúa su ascenso a las más altas cotas de la relojería. No es de extrañar, pues, que, con motivo del salón Watches & Wonders, Louis Vuitton presente dos excepcionales relojes con autómatas. 

 

Tambour, Louis Vuitton Tambour Opera Automata, como por arte de magia

El primero de ellos es el Tambour Opera, sucesor del Carpe Diem, que cambia ahora su expresión facial utilizando la máscara propia de una de las más ancestrales artes dramáticas, la ópera china. El otro es el Tambour Fiery Heart, que, con un diseño femenino y refinado está dedicado a las mujeres. Ambos representan un gran despliegue de técnicas artísticas que los hacen únicos y que posicionan a la marca como un protagonista imprescindible en el terreno de los autómatas.  

La danza Bian Lian en el Tambour Opera

Centrémonos ahora en el Tambour Opera, inspirado en la tradición operística china, y más concretamente en la danza Bian Lian de la Ópera de Sichuan. Este ancestral arte consiste en cambiar de máscara varias veces durante la actuación mediante rápidos movimientosncomo por arte de magia. Esta técnica simboliza los cambios sentimentales del personaje.

Así, durante la ópera, con un gesto de la mano o un elegante movimiento de abanico, los actores pueden ponerse hasta veinte máscaras diferentes en una fracción de segundo, revelando múltiples expresiones. Cada artista domina su propia técnica, que pasa de generación en generación como un valioso secreto.  

Tambour, Louis Vuitton Tambour Opera Automata, como por arte de magia

Para plasmar este impresionante juego de máscaras en la esfera de un reloj -en este caso realizado en oro rosa de 18 quilates y 46,8 mm de diámetro-, Louis Vuitton ha contado con la colaboración de reconocidos artesanos, como la gran esmaltadora Anita Porchet, el grabador Dick Steenman y, por supuesto, los maestros relojeros de La Fabrique du Temps, encabezados por Michel Navas y Enrico Barbasini.

Es el propio Michel Navas quien explica que lo que pretendían con este excepcional reloj era reflejar la llamativa estética y los movimientos expresivos de Bian Lian. “Este arte extremadamente desafiante sigue siendo un secreto, al igual que los mecanismos de autómatas, que requieren un conocimiento perfeto de las habilidades tradicionales de la relojería”, continúa Navas.  

Un viaje de Europa a Asia 

Siguiendo el camino iniciado en 2021 con el célebre Tambour Carpe Diem, dedicado a las Vanitas, Louis Vuitton continúa ahora su viaje trasladándose de Europa a Asia, y más concretamente a China, para rendir homenaje a este misterioso arte de la Ópera de Sichuan. Una tarea que vuelve a demostrar el dominio de la alta relojería de que La Fabrique du Temps hace gala merecidamente. Más de dos años han sido necesarios para dar vida al Tambour Opera Automata, objeto de varias patentes.  

Como en el Carpe Diem, en este nuevo reloj la hora solo se indica mediante un mecanismo de horas saltantes y minutos retrógrados al activar el autómata.  

Tambour, Louis Vuitton Tambour Opera Automata, como por arte de magia

Con sus cinco animaciones diferentes, este reloj crea un espectáculo único de 16 segundos. Así lo explica la marca: “cuando se presiona el pestillo, la cabeza de dragón de oro rosa grabada se eleva para revelar las horas saltantes inscritas en la frente del esmalte cloisonné Bian Lian, mientras que su cola indica los minutos retrógrados. La expresión de la máscara cambia dramáticamente: sus cejas fruncen el ceño, su párpado se cierra sobre su ojo izquierdo y la pupila de su ojo derecho se retrae para revelar una flor Monogram puntiaguda. Pasando de la alegría a la tristeza mediante el movimiento de su barbilla, la máscara de Bian Lian expresa una amplia gama de emociones”.  

La fuerza del dragón 

En lo que al diseño en sí se refiere y en un gesto de personalización absoluta, los artesanos han combinado los símbolos tradicionales chinos con los elementos artísticos más emblemáticos de la marca, como el patrón de lona y las flores Monogram esmaltadas que se aprecian en la esfera.

Tambour, Louis Vuitton Tambour Opera Automata, como por arte de magia

Así, el dragón imperial, criatura mítica ligada a los antiguos emperadores chinos, representa la fuerza, el poder y la nobleza. El abanico encarna la sabiduría y la autoridad, mientras las nubes simbolizan la buena suerte y las cáscaras en forma de calabaza protegen de los malos espíritus. Y como el 4 es un número de mala suerte en la numerología asiática, en la esfera de este reloj ha sido sustituido por una flor Monogram de cuatro pétalos.  

Juego de esmaltes 

Realizada por la maestra esmaltadora Anita Porchet, la máscara, de impecable ejecución, exhibe un juego de esmalte cloisonné en blanco, rojo y negro separado con hilos de oro blanco. El abanico, por su parte, opta por la técnica de esmaltado champlevé, que consiste en extraer fragmentos de material de la superficie para depositar en su lugar pigmentos de color. Con tan complejas y meticulosas técnicas, no es de extrañar que el esmaltado de la esfera y la corona hayan requerido más de siete días de elaboración.  

Tambour, Louis Vuitton Tambour Opera Automata, como por arte de magia

Dos semanas ha necesitado el grabador suizo Dick Steenman para realizar los detalles grabados en metal precioso que consiguen crear una sensación de gran realce, fundamentalmente en lo que al dragón de oro rosa se refiere. Ojos penetrantes de rubí y escamas grabadas y pulidas con chorro de arena consiguen dar a esta mítica y poderosa criatura una gran expresividad. Tanto que parece saltar literalmente de la máscara de Bian Lian para indicar, con la boca abierta, la hora precisa.  

Realizados por completo a mano, el pulsador del autómata representa la cabeza de un dragón, mientras la corona se adorna con un abanico de esmalte champlevé.  

Un calibre único 

El movimiento de carga manual que da vida a este complejo y artístico Tambour Opera Automata ha sido íntegramente concebido, desarrollado y ensamblado por La Fabrique du Temps Louis Vuitton. Con indicación de horas saltantes y minutos retrógrados, consta de 426 componentes y permite una reserva de marcha de 100 horas.

Tambour, Louis Vuitton Tambour Opera Automata, como por arte de magia

Demostrando una vez más el gran saber hacer de esta manufactura y su esmerado cuidado por los detalles, el reverso del movimiento reproduce la forma de la máscara china, con acabado granallado en contraste con un perfecto pulido espejo.  

Sin duda, estamos ante una magnífica obra de arte, tanto por su gran técnica relojera como por su impresionante y expresiva decoración artística.  

Louis Vuitton Tambour Autómata

Ficha técnica 

Movimiento:

  • Mecánico de carga manual.
  • Calibre LV 525, desarrollado y ensamblado por La Fabrique du Temps Louis Vuitton.
  • Autómata con 5 animaciones, horas saltantes, minutos retrógrados e indicación de reserva de marcha.
  • 426 componentes, 50 rubíes.
  • 21.600 alternancias por hora y 100 horas de reserva de marcha.  

Características:

  • Caja de oro rosa de 18 kt, de 46,8 mm de diámetro y 14,42 mm de grosor.
  • Corona y pulsador tallados en oro rosa, pulsador engastado con 2 rubíes y corona con 1 rubí.
  • Cristal zafiro antirreflejos abombado.
  • Esfera de esmalte y miniaturas pintadas a mano por Anita Porchet (esfera, máscara y abanicos).
  • Calabaza creada con cristal abombado.
  • Esfera engastada con rubíes talla cabujón.
  • Hermético hasta 30 m.  

Brazalete:

  • Correa de aligátor negro con cierre e doble hebilla desplegable en oro rosa de 18 kt.  

Precio: Bajo demanda.