Cartier sorprendía el año pasado con Clé, un reloj armónico y elegante con la corona en forma de llave y una estética que satisfacía plenamente tanto a los amantes de lo clásico como a los que se decantaban por los nuevos desarrollos. Ahora, Clé huye de artificios y recurre al ingenio para construir una esfera esqueleto de impecable cadencia visual.

La nueva versión Clé Squelette del 2016 mantiene la belleza intrínseca de la serie y marca un antes y un después para Cartier, que desarrolla su primer movimiento automático esqueleto, calibre 9621 MC, expresamente desarrollado para magnificar y reafirmar su poderío estético. Una maquinaria esqueleto que abre una nueva puerta en investigación para la Maison de lujo francés.

Líneas voluptuosas y ágiles interpretadas desde una perspectiva dinámica definen a este nuevo  miembro de la colección Clé, un reloj con la esfera esqueleto que incide en el sofisticado carácter de una colección sorprendente y exclusiva. A simple vista Clé engancha por su novedosa y original corona de remontar convertida en una llave que se gira y manipula de una forma distinta. El reloj es algo más que estética y ejecución depurada, Clé confirma la armonía entre la forma y la función, el ingenio de una marca que se supera año tras año con soluciones técnicas e inteligentes y vistosas puestas en escena.