“El acto de construir y unir letras nos ayuda a fortalecer nuestro conocimiento del lenguaje debido a nuestra memoria motora”. Edouard Gentaz, profesor de Psicología del desarrollo en la Universidad de Ginebra
Faber-Castell se une a la celebración del Día Internacional de la Escritura a Mano. Una iniciativa de la Asociación de fabricantes de instrumentos de escritura –WIMA–. Esta institución desde 1977, ambiciona la preservación y el reconocimiento del impacto de la escritura a mano en nuestras vidas.
Una de sus últimas creaciones, la Grip 2010 Trend, invita al escritor a disfrutar de una redacción cómoda. Su marcado diseño ergonómico es apto tanto para diestros como para zurdos. Aún así, proporciona una firme sujeción en la escritura. Las diversas versiones, estilográfica, bolígrafo y portaminas, se presentan en vivos colores: rosa-naranja, turquesa-lima y azul-azul claro. Un robusto plumín asegura una escritura suave y reparte un limpio flujo de tinta sobre el papel. En la estilográfica, a la habitual tinta azul se une una ventaja adicional. Y es que la tinta está disponible en rosa y en turquesa, a juego con el color de la estilográfica.
Si bien es cierto que la tecnología forma parte de la vida diaria de todos nosotros, aún no ha desbancado a la caligrafía tradicional. Lejos de ello, el ancestral arte de escribir a mano seduce cada vez a más adictos fascinados por sus numerosas virtudes. Y es que está demostrada la conexión entre escritura manual y actividad neuronal, y su influencia en las habilidades motoras y cognitivas. Más allá del ámbito del aprendizaje, la simple acción de escribir a mano “devuelve la calma a nuestro cerebro y ayuda a nuestro cuerpo a relajarse”.