Triwa es una marca sueca de relojes, cuyo nombre es acrónimo de la frase “TRransforming the Industry of WAtches”. Y han conseguido esta metamorfosis gracias a sus creativos y originales diseños, con un renovador toque clásico y, a su vez, contemporáneo.

Su nombre ya es toda una declaración de principios: TR ransforming the I ndustry of WA tches (Transformando la industria de la relojería). ¿Su objetivo? Cambiar la percepción de la relojería como distintivo de estatus a símbolo de estilo. Y esa es la razón de ser de Triwa, una marca sueca, joven y dinámica, fundada en 2007 por los hermanos Harald y Didrik Wachtmeister, junto con sus amigos Ludvig Scheja y Tobias Ericsson para diseñar relojes “que nos pondríamos nosotros mismos, nuestros amigos y gente con buen gusto”.

En armónica relación con su origen, la fuente de inspiración es la ciudad verde y azul de Estocolmo, donde el mar y el lago se funden al estar levantada sobre 14 islas unidas por 57 puentes en el lago Mälaren que se extiende hacía el mar Báltico en su extremo oriental, convertida por razones muy de peso en el gran hervidero del diseño nórdico por antonomasia. Para los suecos, el término diseño es sinónimo de “estilo de vida” como el que intentan imprimir este cuarteto fundador que ha logrado desarrollar un estilo propio y vanguardista colmado de herencia escandinava para crear relojes que a todos, en cualquier circunstancia, nos encantaría llevar en nuestra muñeca. En definitiva, cualquier usuario se convierte en el mejor embajador de un reloj Triwa.

Relojes para todo tipo de público, caracterizados por su diseño único y excepcional en sus materiales, con movimientos Citizen Miyota, y un curioso detalle de diferenciación que marca un plus en su estética tan singular: todas sus correas de piel están realizadas con un 100% de piel orgánica, ecológica, producida localmente por la fábrica Tärnsjö Tannery. Fundada en el año 1873, Tärnsjö se encuentra entre el 5% de las fábricas de piel que quedan en el mundo que todavía conserva la tradición del curtido vegetal frente al más extendido método que utiliza cromo y resulta más económico. Respetan el medio ambiente utilizando el extracto de corteza en la fabricación, agua y acabados con base al agua, lo que redunda en un acabado estético de inigualable calidad y belleza que, sin duda, representa un valor añadido y exclusivo de estas piezas con una piel que envejece con toda dignidad.

Su elegancia atemporal se hace visible en cualquiera de sus colecciones, todas ellas con cajas de acero inoxidable pulido de 38-40 mm de diámetro y herméticos desde 50 a 100 metros. Desde su línea Lansen con movimiento de cuarzo Miyota 2035 y esferas de color verde, beige, oro amarillo o rosa con efecto rayo de sol y correas en piel orgánica con estampado de puntos, triangulados o trenzada en tonalidad verde, azul, marrón o beige, según modelo o lona; y su Lansen Chrono con fecha, con movimiento de cuarzo Miyota OS11 y esferas en color gris, azul marino, azul claro, oro amarillo o rosa con sus correas a tono; hasta sus también cronógrafos Nevil con movimiento de cuarzo Miyota OS21, con esferas en color gris, marrón y azul marino con efecto rayo de sol y sus correas correspondientes en tonalidad; y las líneas Falken con movimiento de cuarzo Citizen Miyota 1L45, con segundero a las 6h, de esfera blanca y correa negra o marrón en piel orgánica cosida; y Klinga con movimiento con fecha Citizen Miyota GL00 con esfera en blanco o gris con correa en piel orgánica con estampados triangulados en negro o marrón, que también se presenta con brazalete. Precio: Entre 175€ y 265€.