Tras cuatro años de desarrollo y setenta desde su nacimiento, Breguet presenta su nuevo Type XX. Un cronógrafo flyback cargado de historia pero completamente rediseñado. Es la vuelta de un icono de la relojería aeronáutica del siglo XX.
Con renovadas fuerzas y un nuevo calibre de alto rendimiento, vuelve el emblemático Breguet Type XX. Y lo hace con dos versiones que no dejarán indiferente a nadie, una de inspiración militar, los Type 20, según los modelos entregados al Ejército del Aire francés entre 1955 y 1959, y otra, los Type XX, basada en los mejores modelos civiles de los años 50 y 60 .
Hablar de los Breguet Type XX es hacerlo de la historia misma de la aviación, de las gestas aeronáuticas desde hace 70 años. Y es que la historia de este emblemático reloj se remonta a los años 50 del pasado siglo, cuando el Ejército del Aire francés decidió dotar a sus pilotos con un cronógrafo de correa, es decir, un cronógrafo para llevar en la muñeca. ¡Pero no valía cualquiera! Debía ser un reloj que cumpliera determinados requisitos, tales como tener la esfera negra con números y agujas luminiscentes, un movimiento de gran calidad que resistiera los cambios de presión y aceleración, un bisel giratorio, y, por supuesto, función flyback. Un reloj que el propio Ministerio del Aire galo denominó en su pliego de condiciones Type XX.

Militares y civiles
Varias empresas compitieron y obtuvieron contratos para fabricar estos relojes. Contratos públicos que les autorizaban a vender el mismo reloj a clientes privados. Es así como nacen los Type XX militares y los Type XX civiles.
Breguet presenta sus prototipos en 1952, que son aprobados por el Servicio Técnico Aeronáutico un año después. Y en 1954 llega el primer pedido: las Fuerzas Aéreas francesas piden 1.100 “Type 20 militares”, que se entregaron entre 1955 y 1959. Estos primeros relojes “estaban dotados de un contador de 30 minutos y su esfera no estaba firmada, en el reverso figuraban las inscripciones oficiales BREGUET – TYPE 20 – 5101/54”, recuerda la marca.
Casi al mismo tiempo, el Centre d’Essais en Vol (CEV, Centro de Ensayos en Vuelo), que agrupaba a la élite de los pilotos de pruebas, encarga 80 relojes, que Breguet entrega en 1956 y 1957. Treinta de ellos tenían un contador de 15 minutos y 50 un contador de 12 horas a la altura de las 6h, y todos ellos llevaban grababas en el fondo las letras CEV seguidas del número correspondiente del 1 al 80.

Para entonces, la reputación de los Type XX había traspasado los círculos militares y tanto la aviación civil como los entusiastas de los cronógrafos querían tener uno de aquellos relojes. Tal fue el éxito que en poco tiempo se vendieron más de 2.000 de aquellos Type XX “civiles”.
Cambios estéticos
Si hasta entonces apenas habían sufrido modificaciones estéticas, en 1971 su caja de acero pulido se hace más grande, con gruesas asas y un bisel negro. Es la segunda generación, disponible con o sin totalizador de 12 horas, pero siempre con un contador de 15 minutos. Las últimas piezas se vendieron en 1986, poniendo así punto final a una historia de más de 30 años. Y es que, durante casi una década Breguet dejó de fabricar sus Type XX.
Habría que esperar hasta 1995 para ver su resurgimiento. Con la referencia 3800, denominada Aeronavale, sin fecha, y posteriormente la referencia 3820 o Transatlantique, con fecha, llegaba la tercera generación.
Con su esfera negra, bisel giratorio, función flyback y movimiento automático, estos nuevos Type XX retoman los códigos del mundo de la aviación. Pero ahora añaden un centro de caja acanalado en homenaje al “viejo estilo Breguet”.

De nuevo el éxito fue la gran recompensa, y las variaciones no se hicieron esperar: metales preciosos y colores de esfera que fueron cambiando a lo largo de los años.
En 2004 la colección da un giro con la llegada del Type XXI, que posteriormente se va editando en distintas versiones y materiales, incluidas algunas series limitadas como la referencia 3815 y 3817, que se mantienen en la actualidad en catálogo. En 2010 se presenta el Type XXII, compendio de alta tecnología con el espiral, el áncora y la rueda de escape de silicio, que en acero y oro rosa sigue en catálogo.
La nueva generación
Y es que, como destaca la manufactura, “siempre predispuesta a acompañar las grandes aventuras humanas, Breguet se puso al servicio de la navegación aérea durante el siglo XX como lo había hecho en el XIX con la navegación marítima”.
Ahora, con ese mismo espíritu y tras cuatro años de desarrollo y setenta desde su nacimiento, Breguet lanza de nuevo su emblemático Type XX, completamente rediseñado, innovador y muy contemporáneo. Y, como no podía ser de otra forma, lleno de guiños a su rica historia. No es de extrañar que, con un patrimonio tan extenso, la casa haya recurrido a sus propios archivos para crear este nuevo reloj, llamado a convertirse en un icono del siglo XXI como lo fue del XX.
Así, con fuerzas renovadas y un calibre completamente nuevo, la actual generación Breguet Type XX adopta los códigos de aquella primera generación que supuso toda una revolución. Y se edita ahora en dos versiones, una de inspiración militar y otra basada en los mejores modelos civiles.
La inspiración militar

La primera versión se inspira en los 1.100 relojes entregados al Ejército del Aire francés entre 1955 y 1959, que, como recuerda la marca, “su nombre era Type 20, en cifras arábigas, a diferencia del resto, incluidos los de la Aéronautique Navale, que usaban para su denominación números romanos”. Fiel a la célebre esfera negra de aquellos modelos, la nueva versión (ref. 2057) se moderniza haciendo luminiscentes las cifras árabes, las agujas y el triángulo del bisel, que ahora lucen en un tono luminiscente en verde menta. Además, el contador de 60 segundos, situado a las 9h, es mayor que el de 30 minutos, situado a las 3h, y se ha incorporado una ventanilla para la fecha a las 4h30. Sobre la caja de acero de 42 mm de diámetro destaca un bisel bidireccional acanalado no grabado, como los relojes militares de los que toma la inspiración. Y como aquellos, la corona vuelve a su forma de pera original.
De aspecto aventurero

La segunda versión del nuevo Breguet Type XX (ref. 2067) hace gala de un look aventurero y se inspira en los modelos civiles de los años 50 y 60 del pasado siglo. La esfera tiene una visualización diferente. Así, el contador de 15 minutos se sitúa a las 3h, el de las 12 horas a las 6h y el de los segundos a las 9h. Aquí también el tamaño de los contadores es distinto para facilitar la legibilidad. Otra diferencia es que las cifras arábigas, las agujas y el triángulo del bisel están revestidos en esta ocasión con un tratamiento luminiscente en color marfil. La caja es igualmente de acero de 42 mm de diámetro, pero en este reloj el bisel bidireccional y acanalado está ahora graduado.
Ambas versiones, que se integran en la colección regular de Breguet, se entregan en un estuche de piel color habana que evoca el perfil de un ala de avión. Y las dos vienen con dos correas, una de piel de becerro y otra de tela NATO negra con sistema de intercambio rápido.
Un robusto calibre
Precisión, robustez y alto rendimiento definen el innovador calibre automático que da vida al nuevo Breguet Type XX, el 728 para la versión civil y su variante el 7281 para el modelo militar.
Protegido con varias patentes, este movimiento está dotado de rueda de pilares, embrague vertical, una frecuencia de 5Hz y un novedoso sistema de puesta a cero. Orgullo de la manufactura, se beneficia también de todos los avances en cronometría. Así, la espiral, la rueda de escape y el áncora están realizados en silicio, lo que además de hacerles resistentes a la corrosión y el desgaste, convierte el reloj en insensible a los campos magnéticos, mejorando su precisión.
Diseñado como un cronógrafo moderno, permite una buena reserva de marcha (60 horas), ya que el muelle del barrilete es de un material de alta densidad energética, lo que facilita su gran autonomía.

En lo que a estética se refiere, el trabajo de decoración de sus componentes es admirable. Además del soleado, el acaracolado, el achaflanado y el perlado de los componentes, la rueda de pilares está recubierta con un tratamiento DLC negro.
En definitiva, un gran movimiento técnica y estéticamente que puede admirarse a través del cristal zafiro del fondo. La masa oscilante, en oro ennegrecido, es el primer detalle que llama la atención al volver el reloj. Y es que, además de llevar grabado el logo Breguet, exhibe forma de ala de avión. ¡Nobleza obliga!