La casa francesa Hermès ha elegido el centro de Madrid para abrir su nueva tienda. Muy cerca de la Puerta del Sol y flanqueada por los elegantes bulevares que visten de modernidad las calles Alcalá y Sevilla.
La nueva tienda de Hermès se sitúa en la planta baja de la Galería Canalejas, el nuevo icono internacional del lujo y la alta gastronomía. Como entrada, una fachada renovada con una conservada majestuosidad original. El estudio de arquitectura parisino RDAI ha sido el encargado de crear el interior adecuado de acuerdo al espíritu Hermès. El resultado, un perfecto equilibrio entre la representativa estética de la maison y la historia del centro de Madrid. El retail evoluciona hacia una nueva visión.
Desde su entrada principal situada en la calle Sevilla, los visitantes irán descubriendo los 16 métiers de la maison, su exquisito savoir-faire a través de sus icónicos objetos realizados a mano y sus nuevos diseños que este 2020 responden a “la innovación en la creación”.
El espacio y los salones
En el salón central se presentan las colecciones de relojes, joyería y accesorios de joyería. Mientras, la parte frontal de la tienda se estrecha como la proa de un barco y acoge el salón de los métiers del cuero y la equitación. En su parte posterior un plano simétrico se divide en dos arcos. Uno de ellos da paso a un amplio espacio que alberga el prêt-à-porter, masculino y femenino, junto a un salón de zapatos, una selección de accesorios de moda y un elegante probador. El otro lado cobija el universo de casa, Parfums y Beauté donde ésta última exhibirá su primera colección.
Los altos techos de casi cuatro metros de altura, la característica iluminación formada con globos de vidrio Grecques, las paredes de piedra en tonos crema y los suelos pulidos, dotan al espacio de una magnífica luminosidad. La ebanistería de madera de cerezo, atenuada por los revestimientos de una suave piel color coñac, aporta calidez y profundidad. Estas características se ven reforzadas por la paleta de tonos utilizada. Azafrán, terracota y naranja intenso con acentos brillantes de cobre y bronce que engalanan los estores metálicos que cubren las ventanas. Por su parte, las alfombras en tonos cálidos definen la personalidad de cada salón. Y el ambiente resulta más acogedor gracias a los sofás de cuero amarillo ranúnculo dispuestos por toda la tienda.
Sin duda, un espacio íntimo y sorprendente que además, cuenta con una discreta segunda entrada desde el vestíbulo del colindante hotel Four Seasons.