Tissot propone en el madrileño Museo del Traje una interesante exposición que, bajo el sugerente título de Vistiendo el Tiempo, hace un repaso a la historia de la moda a través de sus relojes. Hasta el 24 de enero.

Vistiendo el Tiempo es el título de la exposición que Tissot presenta en el Museo del Traje de Madrid, y que ha contado con la colaboración de José Luis Díez-Garde, como comisario de la misma, y de Fabienne Thiebaud-Barbier, responsable del Archivo Histórico y el Patrimonio de la marca suiza. Ambos proponen una interesante selección de relojes y trajes que narran la evolución de la moda y la relojería desde finales del siglo XIX hasta la actualidad y su estrecha relación.

Tissot Chaleco y Pendant Watch 1878

Bajo un prisma muy sociológico, la muestra se divide en seis grandes temas. La primera parte comienza con el nacimiento de Tissot, en 1853, y abarca hasta 1900. Aquí el protagonista es el reloj de bolsillo que se guarda en chalecos y ropajes ricamente decorados para demostrar el poder económico y el estatus de la familia que los posee.

Entrado el nuevo siglo, diseñadores como Mariano Fortuny y Paul Poiret marcan la moda. Tissot lanza en 1911 su primer reloj de pulsera para mujer y un año más tarde para caballero, una tendencia que se consolidaría definitivamente unos años más tarde, relegando a los relojes de bolsillo.

Tras la segunda guerra mundial y hasta los años 1960, el papel de las mujeres comienza a cambiar. Ahora pueden trabajar, aunque sin dejar de ser sumisas. Modistos como Balenciaga o Coco Chanel crean trajes aptos para esta nueva situación y Tissot presenta su campaña “One young lady and three watches”.

En los años 60 y 70 el foco cambia por completo: los jóvenes son los protagonistas, se inicia la era espacial y aparecen nuevos materiales por los que apuestan diseñadores como Paco Rabanne o Pierre Cardin, mientras Mary Quant opta por la minifalda, revolucionando así la vestimenta femenina. En sintonía con los nuevos tiempos, Tissot lanza un reloj mecánico de plástico (Idea 2001), un atrevido Tissot Pinky o su Carrousel, con bisel intercambiable de llamativos colores.

Sybilla Carrousel Precious Flower

El concepto “dress for success” marca el fin de siglo. Es la era de los yuppis, pero también de los neorrománticos, el grunge, el deconstruccionismo y el minimalismo. Una amalgama de tendencias que se inicia en la década de 1980. La industria relojera, por su parte, se reinventa tras la crisis del cuarzo y se ponen de moda los relojes unisex, como el Tissot Twotimer o el Sottsass, pero también los relojes hechos con distintos tipos de roca.

Con el siglo XXI comienza la era digital, estalla el boom de la moda deportiva, que lo impregnará todo, pero que es capaz de convivir con una creciente tendencia vintage. La globalización es ya un hecho. Internet y las nuevas tecnologías se imponen y Tissot se adelanta con su célebre T-Touch, al que seguiría, el año pasado, el T-Touch Expert Solar, primer reloj solar táctil.