En el Salón Internacional de la Alta Relojería de Ginebra (SIHH), que se celebrará entre el 19 y el 23 de enero, Piaget presenta el Altiplano Cronograph, el cronógrafo flyback de cuerda manual más plano del mundo con grandes complicaciones.
Los maestros relojeros de Piaget han invertido dos años de trabajo para crear una pieza que establece un nuevo récord en el terreno del ultraplano, tanto por el tamaño de su calibre como por su caja de 41 mm de diámetro. Dos años de trabajo en su afán por conseguir aplicaciones sumamente delgadas en todos sus componentes, desde el engranaje del cañón (0,12 mm) o el conjunto del barrilete (0,115 mm), hasta el dedo de marcha del cronógrafo (0,06 mm), junto con la finura de la esfera, los ajustes de manillas y la sujeción del cristal.
Al final estamos ante un calibre 883P dotado con una reserva de marcha de 50 horas y displays de horas, minutos, segundero pequeño a las 6, junto con un contador de 30 minutos a las 3 y doble huso horario con indicación de 24 horas a las 9. También dispone de función flyback, por lo que las manecillas del cronógrafo vuelven a cero simplemente presionándolas. Su movimiento, visible a través del fondo transparente, está finamente trabajado y engalanado con los acabados más nobles del arte relojero: Côtes de Genève circulares, platina perlada, puentes biselados, ruedas motivo sol y tornillos azulados.
Toda una lección de pureza y sobriedad que también se hace patente en su esfera, que muestra un acabado satinado motivo sol con elegantes manillas tipo bastón e indicadores horarios dobles en alternancia, siguiendo los cánones de estilo de la colección Altiplano. Asimismo los contadores no aparecen hundidos, como suele ser habitual, sino que se sitúan al mismo nivel que el resto de la esfera. Su correa es de piel de cocodrilo en color marrón, con hebilla en oro rosa de 18 K tipo pin.
Está disponible en oro rosa de 18 quilates o blanco engastado con 56 diamantes talla brillante (aproximadamente 1,8 quilates).