La histórica Cruz de Calatrava forma parte del universo Patek Philippe desde hace más de 130 años, como pieza de su logo corporativo

El 27 de abril de 1887 Patek Philippe registró oficialmente la Cruz de Calatrava como su insignia gráfica. En 1908 este registro se renovó convirtiéndose además en identificador verbal y elemento distintivo de la casa relojera.

Patek Philippe, Cruz de Calatrava en masa oscilante

La elección de la célebre cruz griega cuyos brazos son cuatro flores de lis pudo deberse a varias razones. Jean Adrien Philippe, uno de los dos fundadores de la marca, la escogió por su cualidad gráfica ornamental, su belleza atemporal intacta a lo largo de sus siglos de historia. Y es que, la Cruz de Calatrava representa la que se considera la orden caballeresca más antigua de Europa. La Orden de Calatrava, que fue fundada en el Reino de Castilla en 1158 para proteger la villa de Calatrava. Por otro lado, las cuatro flores de lis forman parte del escudo de armas del departamento francés de Eure-et-Loir, lugar de procedencia de Jean Adrien.

Patek Philippe, Cruz de Calatrava grabada en hebilla

La unión de Patek Philippe y la Cruz de Calatrava va más allá de los orígenes. Desde la década de los 60 el emblema es habitual principalmente en movimientos y coronas. Posteriormente, desde los años 80, puede contemplarse en toda la comunicación de la Casa. Además, Calatrava es una de las colecciones más emblemáticas de Patek. Sin olvidar los valores que comparten.