A pesar de los distintos significados que tiene en diferentes culturas, el blanco parece estar reconocido unánimemente como el color de la integridad y la serenidad. Símbolos que Patek Philippe ha querido utilizar en su nuevo y elegante reloj femenino Calatrava Timeless White, una joya de corazón mecánico.

Desde siempre, en las sociedades humanas, los símbolos tienen una gran importancia y los colores, aunque sus connotaciones varíen de una época a otra o de una cultura a otra, forman parte de estos símbolos que nos sirven para expresar, para entender, para comunicar, para demostrar estatus, poder, estado de ánimo, pertenencia a un grupo o a otro… Así, a pesar de sus diferentes significados en distintos ámbitos sociales, parece unánime el criterio de que el blanco, percibido por el ojo humano como la ausencia de color, representa integridad, sosiego y serenidad.

Y de un blanco deslumbrante e intemporal es, precisamente, el nuevo reloj femenino que Patek Philippe presenta esta temporada. Un color que la manufactura ginebrina ya utilizó hace unos años en su colección Twenty-4 y que ahora rescata en la colección Calatrava en una versión mecánica con diamantes. Disponible en oro blanco y oro rosa, este nuevo y muy atractivo Timeless White, referencia 7122, hace gala de una elegante caja Calatrava de 33 mm de diámetro de depuradas y sobrias líneas que recuerdan aquel primer Calatrava de 1932, la ref. 96. Pero no es un modelo de corte antiguo, si no un reloj clásico, de líneas intemporales y estilo contemporáneo. La original disposición de sus diamantes -44 de diferentes diámetros y todos ellos Top Wesselton blancos- ha requerido una nueva técnica de engastado que ha necesitado, entre otras cosas, una construcción diferente de la caja que integra las asas y las prolonga hasta el mismo cristal. “Esta  arquitectura complica el trabajo de fabricación y exige unos conocimientos y una experiencia específicos para pulir las superficies, sobre todo los puntos de unión con el engastado de piedras preciosas terminado en punta”, explican los artesanos de la casa. “Gracias a la utilización de brillantes de diferentes diámetros, los adornos laterales pueden ir engastados hasta sus extremidades, lo que permite prescindir de los habituales «granos de relleno» de oro”, afirman en la manufactura.

MANOS EXPERTAS

Pero no sólo la construcción de la caja y el engaste han requerido nuevas técnicas y conocimientos específicos. La esfera, lacada en un blanco inmaculado, ha necesitado varios días de trabajo en condiciones equivalentes a las de un “sala blanca”. Y es que sólo manos expertas, con paciencia casi infinita, pueden aplicar la laca de forma tal que la superficie de la esfera quede perfectamente lisa. Sobre ella, aparece el tiempo con absoluta claridad y en su más pura esencia. Horas y minutos, que con agujas de oro estilizadas tipo hoja apuntan a índices aplique de oro con decoración Clous de Paris, un característico guilloché que Patek Philippe rescató en la década de los 80 en el bisel de su Calatrava referencia 3919. Un pequeño y discreto segundero a las 6h completa las indicación del tiempo en este nuevo reloj femenino que opta por un movimiento mecánico de carga manual.

PRECISA MECÁNICA

Fiable y de gran precisión –su tolerancia es de -3/+2 segundos por día-, el calibre 215 PS, de carga manual, que anima este nuevo Calatrava Timeless White Ref. 7122 ha sido ya utilizado en varias ocasiones por Patek Philippe. En lo que a relojes femeninos se refiere, ésta es la segunda vez que lo instala. La primera fue para dar vida al Góndolo 7041. Pero este calibre ha animado fundamentalmente los Calatrava clásicos de caballero, como las Referencias 5116, 5119 y 5196.

Con volante Gyromax y espiral patentado Spiromax, el calibre 215 PS late a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora y permite una reserva de marcha de 44 horas. Su elegante y esmerada decoración con los puentes decorados en Côtes de Genève, las aristas biseladas y pulidas, los brazos de las ruedas achaflanados o los tornillos con hendiduras pulidas, puede apreciarse a través de un cristal zafiro en el fondo.

Una correa de piel de cocodrilo de grandes escamas blanca nacarada, con hebilla de oro de 18 quilates a juego con la caja, completa este elegante reloj creado para las mujeres y cuya belleza clásica e intemporal no deja indiferente a nadie.