Quintaesencia del reloj para viajeros, este emblemático Calatrava Travel Time de Patek Philippe en platino es un Gran Complicación con cuatro patentes solicitadas.
“Creo con toda firmeza que a veces necesito introducir algo nuevo en la colección que nadie esperaría de Patek Philippe, pero que sigue siendo un Patek Philippe”. Así se refería Thierry Stern, presidente de la marca, en 2015 a aquel epatante Calatrava Pilot Travel Time, ref. 5524G. El reloj del que más se habló durante la Feria de Basilea de ese año y que generó un cierto desconcierto y disparidad de opiniones sobre si parecía o no un auténtico Patek Philippe.
Heredero del Calatrava Pilot de 2015
Descendiente directo de aquel reloj –hoy un modelo de gran éxito-, el nuevo Alarm Travel Time, referencia 5520P, presentado en la pasada edición de BaselWorld ha acaparado la atención de aficionados y coleccionistas de todo el mundo.
Pero, ¿cómo definir en pocas palabras este reloj, capaz de cautivar incluso a los detractores de aquel Calatrava Pilot de hace apenas cuatro años?. Podríamos intentarlo de la siguiente manera: Es un gran complicación con cuerda automática “que combina un exclusivo sistema de visualización de un segundo huso horario Travel Time con un mecanismo de alarma sobre 24 horas con martillo que golpea sobre un timbre clásico”.
Cuatro patentes
Esta podría ser una sencilla definición de este guardatiempos, pero en Patek Philippe nada es tan sencillo como parece. Al menos no cuando se trata de crear un gran complicación que además es el primer modelo de la marca con sonería dotado de una caja estanca. Y que, por si esto fuera poco, tiene pendientes cuatro patentes por su innovador sistema de alarma. Y a pesar de su gran y apabullante complejidad técnica, es un reloj de muy fácil manejo para el usuario. Un empeño fundamental de la manufactura ginebrina en todos sus relojes. Pero vayamos por partes.
Quintaesencia del reloj de viaje
Recogiendo el espíritu de aquel Pilot de 2015, inspirado a su vez en los relojes de aviador que la manufactura había creado mucho antes, el nuevo Alarm Travel Time, con caja de platino y 42 mm de diámetro, es la quintaesencia del reloj para viajeros. Su función de doble huso horario, su alarma y su facilidad de manejo lo hacen perfecto para el viaje. Y es que el mecanismo Travel Time está diseñado para no interferir en la precisión del reloj al cambiar de huso horario. Para no confundirse, los pulsadores llevan grabados el símbolo + o – correspondiente. Pero además “van dotados de un dispositivo de seguridad patentado que evita cualquier desajuste accidental de la hora local”, explican los técnicos de la casa.
Así, para activarlos hay que desenroscarlos girando un cuarto de vuelta y después volverlos a enroscar girando ese cuarto de vuelta en sentido inverso. Importante saber que incluso si los pulsadores están desenroscados, el reloj permanece estanco hasta 30 metros de profundidad.
Atractiva esfera
Las agujas centrales de las horas -una hueca de oro blanco lacado para la hora del domicilio y otra maciza de oro blanco ennegrecido para el lugar de destino- se complementan con indicación día/noche (blanca/azul). Una indicación que aparece a las 3h30 para la hora de casa y a las 8h30 para la hora local. La fecha, que se indica con aguja en una esfera auxiliar situada a las 6h, está sincronizada con la hora local. ¿Y si las dos agujas coinciden en el mismo huso horario? Pues entonces sólo será visible la aguja maciza, es decir, la que indica la hora del lugar en el que nos encontramos, ocultando la de la hora de casa.
Todo esto ocurre sobre una atractiva y perfectamente legible esfera negra ébano con acabado soleil. Una esfera en la que también se hacen visibles en la parte superior las indicaciones de la alarma, para las que la manufactura ha elegido un sistema digital por el que ha solicitado otra patente.
La alarma se puede programar hasta con 24 horas de antelación y una vez que ha sonado totalmente la indicación on/off del pulsador se posiciona automáticamente en off. No se podrá volver a activar la alarma hasta que el muelle del barrilete de la sonería –este reloj cuenta con dos barriletes, uno para la alarma y otro independiente para el movimiento base- no se haya vuelto a armar por completo, lo que se hace girando en sentido horario la corona situada a las 4h. Para evitar cualquier bloqueo de la alarma por sobretensión del muelle, los ingenieros de Patek han ideado un sistema de desembrague, así como un sistema que desactiva el armado de la alarma una vez que ésta se posiciona en On, y que también está pendiente de patente.
De fácil manejo
Redundando en la sencillez de uso de este gran complicación, justo bajo la doble ventanilla de cuatro cifras que indica la hora de alarma programada aparece un indicador día/noche que se pone en blanco para las horas que van de medianoche a mediodía y en azul para las que van de mediodía a medianoche.
La hora de la alarma, sincronizada con la hora local como ocurre con la fecha, se selecciona mediante saltos de 15 minutos, tanto hacia delante como hacia atrás, con la corona situada a las 4h. “El sistema de indicación de las horas y los minutos de la alarma acciona un diferencial que compara en permanencia la hora de sonería seleccionada con la hora local actual. Un mecanismo de reajuste permite al usuario, explican los ingenieros de Patek, ajustar su sonería para el próximo cuarto de hora, programando por ejemplo las 12h15 cuando son las 12h14”. Un novedoso sistema que, a buen seguro, merece otra patente.
Sonería a demanda
Por supuesto, la alarma puede habilitarse o deshabilitarse a demanda del usuario, que sabrá siempre si la tiene activada o no mirando la ventanilla en forma de campana que aparece sobre la indicación de la alarma. Si la campanita está en blanco, la alarma está puesta; si está en negro, está quitada. Y por si esto no quedara suficientemente claro, el pulsador que la activa y desactiva, situado a las 2h, va dotado con el mismo dispositivo de seguridad patentado que los pulsadores de husos horarios.
Alarma con timbre clásico
Lo cierto es que la alarma no es una función ajena a Patek Philippe. Su célebre Calibre 89, que durante 25 años fue el reloj portátil más complicado del mundo, cuenta entre sus 33 complicaciones con una alarma-despertador con sonería en un quinto timbre. En el Grandmaster Chime de 2014 y en primicia mundial, además de las cinco sonerías, una alarma tocaba la hora programada con las mismas secuencias de golpes que un repetición de minutos.
Ahora, en este nuevo Alarm Travel Time, se ha dispuesto una alarma con sonería en un timbre clásico. Su funcionamiento es sencillo: al accionar la alarma, un martillo golpea el timbre enrollado alrededor del movimiento durante un máximo de 40 segundos con una frecuencia de 2,5 Hz, lo que equivale a 2,5 golpes por segundo. Y para garantizar una excelente calidad de sonido, el timbre va directamente fijado en la carrura y no en el movimiento como suele ser más habitual.
Un movimiento con 574 componentes
Todo esto cobra vida y es posible gracias a un nuevo movimiento automático integrado que ha requerido cinco años de investigación y desarrollo antes de ver la luz, y que hace posible que, a pesar de su gran complejidad, el reloj mantenga una correcta delgadez. Sus dimensiones son muy similares a las de aquel primer Calatrava Pilot Travel Time de 2015, del que se reclama heredero. Un reto que los ingenieros de la manufactura llevaron a buen puerto con la elección de un movimiento integrado que necesita una altura menor que una construcción con módulo adicional, lo que, sin duda, resulta más difícil de realizar.
El resultado es el nuevo calibre Al 30-660 S C FUS, con 574 componentes, con rotor central de oro de 21 quilates dotado de un nuevo perfil redondeado y decorado con Côtes de Genève circulares, volante Gyromax acoplado a una espiral Spiromax en Silinvar, de geometría patentada. Elemento que garantizan una alta fiabilidad y precisión como exigen el Sello Patek Philippe. Su tolerancia es de -3/+2 segundos al día.
En definitiva, un gran movimiento de refinada arquitectura y esmerados acabados, como se aprecia a través del fondo transparente de zafiro, para un gran reloj que, como augura Thierry Stern, dejará sin palabras a más de uno.