En la última subasta celebrada en el auditorio Antiquorum un reloj Jaeger-LeCoultre Geophysic® Chronomètre en acero, fabricado en 1958, con un valor estimado de 6.000 – 8.000 CHF ha recaudado 52.500 CHF.
La pieza creada en 1958, Año Geofísico Internacional, y obsequio para el primer hombre que lideró una expedición al Polo Norte, ha servido como símbolo básico de la precisión y la fiabilidad con un diseño de una pureza indiscutible.
Con calibre 478BWSbr procedente de los relojes militares, el modelo incorporaba la mejor tecnología relojera del momento: una parada de segundos para poner la hora de una manera más precisa, un volante glucydur que aumentaba la estabilidad ante los cambios de temperatura y con un amortiguador; un índice para el ajuste micrométrico; y una caja de hierro dulce esencial para protegerlo de los efectos del magnetismo.
La manufactura, este año, rinde homenaje a tan magnífica pieza con el lanzamiento de tres exclusivos relojes de movimiento automático, calibre Jaeger-LeCoultre 898/1 y diámetro de 38.5mm; uno en acero, otro en oro rosa y un tercero en platino. Precisión y estabilidad en el siglo XXI.