Jaeger-LeCoultre y el diseñador Marc Newson continúan su simbiosis de saber hacer y creatividad presentando el nuevo Atmos 568, una interpretación contemporánea que cobra vida bajo un globo de cristal de Baccarat, respetando la identidad del icono relojero de la manufactura.
El Atmos 568 de Jaeger-LeCoultre representa para su diseñador, Marc Newson, el tiempo en toda su pureza. Él mismo, al ser preguntado expresa su afinidad con el excepcional péndulo: “Sentí una gran emoción cuando me propusieron que concibiera un Atmos. Es una pieza de relojería que aprecio desde la primera vez que la vi, cuando era adolescente. Para mí, el Atmos es un objeto mágico y complejo, que representa el movimiento perpetuo, o lo más cercano a él, y requiere de un ambiente estable para funcionar. Parece estar vivo, e incluso da la impresión de que adivina tu presencia, algo que me resulta extrañamente reconfortante”.
Un monobloque de cristal contiene un mecanismo que parece flotar en el aire gracias a la sutil sujeción que lo mantiene fijo a la parte posterior. Un movimiento mecánico, casi perpetuo –un día de desfase cada 3.861 años–, calibre Jaeger-LeCoultre 568 de 211 piezas, manufacturado y ensamblado a mano, con volante anular y un período de oscilación de 60 segundos. A las funciones de horas, minutos y meses, se une la indicación de las fases de la luna, en la que ésta es blanca y el cielo azul sobre un disco con estrías concéntrica. La esfera destaca en cristal con dígitos arábigos transferidos de color azul, el mismo utilizado en las agujas cuyos contrapesos son de acero cepillado. El índice del mes está diseñado en forma de esfera transparente para evitar una indicación adicional.