El Jaeger-LeCoultre AMVOX2 Transponder 2014 permite abrir y cerrar a distancia las puertas de cualquiera de los modelos actuales de Aston Martin pulsando simplemente sobre el cristal zafiro del reloj

La cooperación entre Jaeger-LeCoultre y la constructora de coches de lujo Aston Martin dura ya cerca de una década y se sustenta en filosofías comunes en torno a la innovación técnica, la manufactura artesanal y el sentido de la estética.

Aston Martin fue fundada en 1914 por el piloto Lionel Martin, vencedor en 1913 de la famosa carrera de montaña Aston-Clinton. Durante casi toda su historia ha fabricado automóviles de manera artesanal y en pequeñas series con un marcado estilo inglés. En los albores del automovilismo deportivo, los autos de carrera construidos por Aston Martin fueron muy competitivos y estaban dotados con contadores Jaeger. La actual asociación entre las firmas posee, por tanto, profundas raíces históricas. Además, los lazos creados entre los departamentos de Investigación y Desarrollo de las dos marcas se han fortalecido dando lugar a notables innovaciones técnicas, como el célebre AMVOX2 Transponder, del que la manufactura vuelve a sacar este año un nuevo cronógrafo. Como en modelos anteriores, las funciones de puesta en marcha, parada y vuelta a cero del cronógrafo se activan presionando ligeramente el cristal y haciéndolo pivotar hacia las 12h o las 6h.

Pero la principal diferencia entre la nueva versión y las anteriores reside en su función de abrir y cerrar a distancia las puertas de un Aston Martin. Basta con acariciar suavemente el cristal zafiro del reloj para controlar las puertas y activar los faros de cualquiera de los actuales modelos Aston Martin. Las anteriores versiones de Transponder sólo funcionaban con determinados modelos como el DBS, el DB9 y el Rapide. Esta función no sustituye en absoluto la llave del coche, que sigue siendo imprescindible para arrancar y parar el motor.

Esta interacción entre reloj y automóvil se realiza mediante un microemisor integrado en el doble fondo de la caja del AMVOX2. La antena del sistema, colocada por evaporación térmica bajo el cristal zafiro entre las 8h y las 4h, resulta bien visible. Una complicación técnica que los diseñadores de la Grande Maison de la Vallé de Joux han sabido convertir en un gran recurso decorativo.

El motor del cronógrafo AMVOX2 Transponder es el calibre 75IE, con rueda de pilares, embrague vertical, escape de áncora suizo sin raqueta y una reserva de marcha de 65 horas. La masa oscilante reposa sobre bolas de cerámica que no requieren mantenimiento alguno, garantizando así que los movimientos de la muñeca se transforman permanentemente en energía nueva por el barrilete. Un detalle curioso es que, mientras el calibre está funcionando correctamente, el logotipo de Aston Martin, situado a la altura de las 6h, da una vuelta completa en un minuto entorno a su propio eje. Si éste se detiene es prueba inequívoca de que el reloj se ha parado.

Su precio: 28.000 €