Entre las novedades para este 2021, la manufactura dirigida en la actualidad por Ricardo Guadalupe presenta un nuevo calibre tourbillon automático en el interior de una exclusiva caja que, por primera vez en relojería, está realizada en zafiro naranja
No hay duda de que Hublot posee en nuestros días, el saber-hacer, la maestría y los recursos necesarios para materializar la relojería del futuro. En su trayectoria, la innovación, que forma parte de su ADN. En su código genético, la pasión, esa que deslumbra en cada una de sus creaciones. Sus diseños se alejan de los códigos establecidos, siendo el resultado de la búsqueda de rutas alternativas.
El Arte de la Fusión
A día de hoy, la manufactura ginebrina Hublot está considerada máximo representante del denominado Arte de la Fusión de los relojes. No en vano, ha sido la primera marca en atreverse a fusionar oro y caucho en una sola pieza. Como resultado, ofrece relojes futuristas donde se fusionan pasado y presente, diversos materiales sin ninguna relación entre ellos. Esta unión puede definirse como una fusión del saber-hacer relojero y de la supremacía de un característico diseño disruptivo. Y es que Hublot es un experto en asociar mecanismos tradicionales e inéditas construcciones. Por si fuera poco, cuenta con una gran ventaja, otra fusión. Esta vez, la de todos los oficios en una misma ubicación. De ese modo, todos los talentos y competencias trabajan al unísono en la creación de relojes únicos.
El zafiro, un gran aliado
Los relojes de Hublot están a la cabeza de la innovación. Pero esta innovación no es fruto de la casualidad. La investigación y por ende los materiales, ocupan un preciado lugar en el universo de la Casa. La manufactura posee su propio laboratorio de Metalurgia y Materiales que trabaja en estrecha colaboración con el departamento de Investigación y Desarrollo. Además dispone de una fundición propia. En ella se preparan y fabrican diversos novedosos materiales gracias a tecnologías de vanguardia, únicas en relojería. Fueron pioneros en la utilización del caucho, pero también se han atrevido con aleaciones de metales preciosos; por ejemplo, el conocido como oro reinventado –Magic Gold–. Además, producen otros materiales compuestos no menos insurrectos como la cerámica o el zafiro en originales colores.
Hublot domina, a día de hoy, la creación y la mecanización de zafiros con exclusivos tonos. Durante años, sus ingenieros y químicos han investigado con la pretensión de obtener la perfecta fusión entre el movimiento y la caja. Y lo han conseguido. Transparente o en colores como el azul, amarillo, rojo y ahora en naranja, el zafiro sintético expone los más trabajados calibres, el corazón del reloj, a la vez que lo protege. Transparencia, brillo y solidez que confieren a cada pieza una expresión única, convirtiendo cada reloj en una magnífica obra de arte.
En el Big Bang Tourbillon Automatic Orange Sappire, el Arte de la Fusión se sitúa en otra dimensión. En edición limitada a 50 unidades, este modelo de zafiro se viste de un original y fresco color, el naranja. Este tono se consigue mediante un estudiado procedimiento a partir de titanio y cromo. Como complemento, los seis tornillos en forma de H característicos del modelo Big Bang, en titanio, lo que acentúa el atractivo de los componentes de este reloj. Su bisel y su caja de 45 mm de diámetro translúcidos permiten admirar el magnífico movimiento esqueletado ubicado en su interior. Los índices y las agujas con revestimiento luminiscente proporcionan una precisa legibilidad.
Un tourbillon de cuerda automática
Es importante tener en cuenta que, en primer lugar la novedad no cesa en la característica sin precedentes y pionera que representa la utilización del zafiro naranja. Si revolucionaria e innovadora es su caja, más original resulta su combinación con un movimiento tourbillon de cuerda automática diseñado y fabricado en la manufactura, un mecanismo de tourbillon nada común en el mundo de la relojería.
Por otra parte, los actuales movimientos tourbillon de Hublot evidencian la maestría de la casa relojera, que lleva desarrollándolos desde 2007. Ahora, da un paso más y lo equipa con un sistema de cuerda automática que garantiza una reserva de marcha mínima de 3 días, incorpora rodamientos de bolas cerámicas y tres puentes de zafiro: el puente de barriletes, el puente automático y el pasador tourbillon.
Igual de llamativo y poderoso resulta el microrrotor, cuya visión ha requerido reinventar el diseño del calibre. En oro de 22 quilates y de color gris muestra una exquisita decoración –biselado, cepillado con satinado sol y pulido con chorro de arena– y la firma de la marca incrustada. Asentado a las 12 horas, sus continuos movimientos reflejan la rotación del tourbillon, situado en una perfecta simetría a las 6. Y desde esa posición gira cada minuto, alrededor de su eje para compensar la atracción gravitatoria de la tierra sobre la dirección de movimiento.
El Big Bang Tourbillon Automatic Orange Sappire se completa con una correa de caucho naranja transparente conformada por una estructura de líneas en relieve, sistema de intercambio rápido One Click y cierre de hebilla desplegable de titanio.
FICHA TÉCNICA
Movimiento:
- Tourbillon automático de manufactura, calibre MHUB6035.
- 243 componentes.
- 26 rubíes.
- 3 puentes en zafiro transparente.
- Placa de tutenio antracita.
- Microrrotor en oro blanco de 22K.
- Escape de áncora suiza.
- Logo esqueletizado de Hublot.
- Frecuencia de marcha de 21.600 alternancias/hora.
- Reserva de marcha de 72 horas.
Características:
- Caja en cristal de zafiro naranja pulido de 45 mm de diámetro y 15,3 mm de grosor.
- Cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos.
- Fondo de cristal de zafiro naranja pulido.
- Bisel en cristal de zafiro naranja pulido.
- Hermeticidad hasta 30 metros.
- Edición limitada a 50 piezas.
Brazalete:
- Correa de caucho naranja transparente con estructura de líneas en relieve.
- Cierre de hebilla desplegable de titanio.
Precio:
- 167.000 €.
