Artífice de las últimas creaciones femeninas que tanto éxito están dando a Patek Philippe recientemente, Sandrine Stern, directora del departamento de creación, tiene claro que “lo primero es la emoción”. Y el objetivo, ofrecer un sueño. “Dar placer y dignidad a las personas que llevan un Patek Philippe es parte de ese sueño”.
Llueve en Ginebra y el día se presenta plomizo, pero Sandrine Stern nos recibe sonriente en la sala contigua a su despacho. Trabaja en la manufactura de Patek desde hace 17 años. “Era muy joven cuando entré aquí. Fue mi primera marca y no tenía influencia de ninguna otra, no estaba impregnada con los valores de ninguna marca, antes sólo había trabajado con mi padre que era joyero”, explica, orgullosa de poder hacer su carrera en esta casa que conoce tan bien y en la que trabaja codo a codo con su marido, pues Sandrine es la esposa del presidente, Thierry Stern, con el que comparte dos hijos, la afición por el deporte y muchas horas de discusiones e intercambios profesionales. “Pero no estamos todo el día juntos”, matiza. “Cada uno tiene sus reuniones y su propio trabajo. Nos encontramos para todo lo que es creación pues tenemos una reunión para presentar mis diseños. Mi esposo también es muy activo en la creación y tenemos que fusionar todas nuestras ideas para crear el mejor producto. Al final, el que valida las piezas es él”.
Precisamente hablando con Thierry Stern nos llamó la atención la importancia que va adquiriendo el reloj femenino. Usted está al frente de este cambio. ¿Cómo lo hace? ¿Cuál es su secreto?
El reloj para señoras se percibe de una manera distinta que el reloj para hombres. Es cierto que en principio Patek Philippe es conocida por ser una marca relojera masculina. Somos una marca muy apegada a la técnica, al movimiento y a la fiabilidad. Las cajas también tienen una estética muy particular, característica de la marca. En el caso del reloj para señoras, el desafío es distinto, porque probablemente tendremos menos en cuenta este aspecto técnico, que interesa sobremanera a los hombres y que probablemente interese menos a la mayoría de mujeres. Por ello, tenemos que trabajar mucho la estética, que debe ser atemporal. Lo que hacemos en Patek Philippe debe tener un aspecto más bien atemporal en cuanto a forma, color, grosor, pero con una complicación que permanecerá durante mucho tiempo y de la cual la mujer no se cansará. A las mujeres nos gusta el cambio. Y por consiguiente, tenemos que encontrar un producto que le interese a la mujer, no solo durante cierto momento, sino durante mucho tiempo.
Nuestro primer objetivo es ofrecer un sueño. Dar placer y dignidad a las personas que llevan un Patek Philippe es parte del sueño. Todo es emocional. En la creatividad lo primero que encontramos es la emoción.
Lo cierto es que los relojes femeninos que ha creado recientemente tienen tanto éxito como los masculinos y se venden muy bien. ¿Esperaban este éxito?
Efectivamente, seria falso decirle que esperábamos tener tanto éxito como el que hemos alcanzado porque nunca se puede estar seguro de nada. Pero también es cierto que cambiamos de tipo de producto. Antes oíamos decir que “en el catálogo de Patek Philippe hay relojes para hombres y sólo algunos para señora”, en cambio hoy podemos encontrar ofertas interesantes de relojes para señora, con complicaciones o sin complicaciones, y esto se debe a que estamos ante un renacimiento, salimos de ese clasicismo absoluto de Patek Philippe: Calatrava, bisel Clous de París… evidentemente, sin contar el Twenty-4 que lo trastornó todo.
No, realmente no me esperaba que tuviera tanto éxito, estoy muy contenta. Como le dije, estamos hablando de productos atemporales, lo interesante es que son productos que mantienen un cierto clasicismo en cuanto a las formas y los colores, pero que interesan.
¿Qué les interesa más a las mujeres, un reloj mecánico o de cuarzo?
Tenemos los dos tipos de mujeres. Están las que prefieren el cuarzo por su confort y porque no quieren pensar en darle cuerda a su reloj, saben que pueden dejar durante una semana su reloj cuando se lo vuelven a poner sigue funcionando; y están también aquellas que gustan del aspecto técnico del reloj, que se interesan por lo que hay en el interior y prefieren un mecánico. Para nosotros es importante que la mujer que lleve una pieza complicada se interese por el movimiento, que no lleve un reloj complicado simplemente porque es muy chic. Es importante también que comprenda y aprecie la complejidad del mecanismo que lleva.
Con los Ladies First han mimado a este tipo de mujer. ¿Seguirán desarrollando esta línea y haciendo complicaciones para señora?
Con Ladies First Chronograph quisimos decirles a los hombres que nosotras también teníamos derecho a tener un movimiento cronógrafo propio, que se lanzara antes que el del modelo masculino. Esto es muy importante en Patek Philippe que, como le dije, es una manufactura reconocida inicialmente por sus relojes para hombres. Pero lo cierto es que siempre hemos tenido movimientos complicados para señora, aunque hoy tenemos más. Tenemos un calendario anual que existe desde 1996, también tenemos pequeñas fases de luna. No hemos pasado de producir exclusivamente relojes de cuarzo a hacer relojes complicados para mujer. Siempre hemos tenido reloje mecánicos y complicados para señoras. Es cierto que hoy la repetición de minutos o el cronógrafo con ratrapante representan otro nivel de complicación distinto. El objetivo es poder ofrecer estas piezas porque hay demanda. No las haríamos si las mujers no tuvieran también interés por el aspecto técnico, por las proezas de la tecnología que podemos encontrar en los movimientos, y eso es fantástico.
Cuándo se encuentra delante de su mesa de diseño, ¿de dónde le viene la inspiración?
La inspiración puede venir de muchos lugares distintos. Sería un error concentrarse en una sola fuente de inspiración. Hoy podemos tener una inspiración que viene del mercado, de los distribuidores, de los detallistas, del cliente final. De escuchar a los clientes, en definitiva. La segunda fuente de inspiración es el museo, que es simplemente fantástico. Aquí tenemos cantidades de piezas de formas distintas, de colores distintos, con engastes, pulseras… Tenemos una fuente de inspiración enorme, pero no debemos olvidar que si nos inspiramos en una pieza del museo, tendremos un reloj más clásica, pues el museo contiene piezas más antiguas. Nosotros las vamos a modernizar, empleando las técnicas de que hoy disponemos para la producción. Y la tercera fuente es la imaginación, imprescindible en cualquier proceso de creación.
De todos los relojes que ha diseñado, ¿cuál es el que más le gusta?
Hay muchos. Cuando creamos un reloj, ya se trate de uno más clásico o menos clásico o de uno más complicado o menos complicado, hay una máxima: no se puede crear sin amar el producto. Si su producto no le gusta, le resultará muy difícil crearlo. De cada reloj que sale de aquí, yo debo decirme “me gusta… lo llevaría”. Es cierto que hay piezas a las que nos aficionamos más. Es como un bebé. Pensamos en él, trabajamos en él, recibimos las maquetas, engastamos, recibimos las esferas. Tenemos muchas piezas y comenzamos a crear. Hay un reloj que me gusta mucho, es el Hora Universal que recibí al cumplir diez años de matrimonio con mi esposo. Y también otro que lanzamos este año, el Lady Ribbon Diamonds, Ref. 4968. Es una pieza que forma parte de las complicaciones para señora. Crearla fue algo excepcional. La idea del lazo que gira es una imagen que tenía en la mente, pero tenía que explicar cómo darle forma, como hacer que el lazo girara, que el engaste se adaptara a la forma, y que debía venir por debajo. Toda la caja es independiente y está sujeta sobre las asas. Había que dar la impresión de que la pieza está flotando. Este era el objetivo. Es una pieza que me gusta mucho porque es complicada de producir. Es maravillosa. Es la feminidad en todo su esplendor. La finura, la búsqueda, el nácar, el grabado, el nuevo contorno de horas, el tipo de estrellas a las seis horas que jamás habíamos hecho antes, la pequeña luna blanca…, es algo verdaderamente excepcional.
¿Y cuál es el reloj que aún no ha hecho y que le ronda por la cabeza?
Hay varios, pero no puedo hablar de eso. Es un secreto (ríe Sandrine abiertamente). Lo que sí puedo decirle es que uno de ellos es una pieza que se puede llevar en todo momento, en todas las ocasiones. Ya verá…