«La relojería suiza parece haber tocado techo», decíamos hace poco. Pero lo que no parece es que haya tocado fondo, a tenor de las cifras ofrecidas por la propia industria helvética. Así, el pasado mes de enero, último periodo del que se tienen datos al cierre de esta edición, confirma los malos resultados, registrando una caída del 7,9% en las exportaciones. En lo que a nuestro país se refiere, las cifras saltan al positivo. España incrementó su compra de relojes suizos en enero en casi un 7% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Una tendencia que ratifica el aumento del año pasado, que fue del 6%, con cerca de 500 millones de francos suizos. Es decir, España aumenta a buen ritmo la compra -y, en consecuencia, la venta- de relojes helvéticos. A pesar de la larga y dolorosa crisis, el sector del lujo se mantiene a flote, y con él la relojería. Y eso que el año pasado, entre la revalorización del franco y la subida del oro, todas las marcas subieron considerablemente sus precios.
Con todo, muchos joyeros españoles afirman con satisfacción “haber cerrado el año en positivo y con mejores cifras de las esperadas”, a pesar de la incertidumbre y los vaivenes económicos. A esto ha contribuido “que los compradores nacionales están volviendo poco a poco a comprar. Ya no dependemos casi en exclusiva del turismo extranjero, como ha sido en los últimos años”, aclaran los detallistas españoles.
Eso sí, como hemos dicho y constatado en varias ocasiones, ya no se vende cualquier cosa. Los consumidores, cada vez mejor informados y más conocedores, quieren asumir los menos riesgos posibles por si vienen mal dadas. Si puede ser, incluso, quieren garantizarse una rentabilidad a futuro con sus compras, que sus relojes se conviertan en valores refugio en estos tiempos inciertos. Así vemos como marcas como Patek Philippe, con productos de mucha calidad y muy bien estructurados y una esmerada atención al mundo del coleccionismo, sigue aumentando sus ventas. Sus relojes no sólo no se deprecian, sino que siguen aumentando su precio y aseguran una excelente salida en subastas internacionales. Una política muy inteligente, sin duda, que seguirá dando a la casa ginebrina excelentes resultados. Más aún en un año tan importante como éste, en el que celebra el 20º aniversario del calendario anual y el 40º del Nautilus. Efemérides que hacen brillar los ojos de coleccionistas y amantes de la buena relojería, ante la perspectiva de nuevas e interesantes piezas conmemorativas. ¡Se lo iremos contando todo con detalle!